Que en Cáceres faltan recursos o que es una ciudad muerta en la que faltan grandes empresas, inversiones y proyectos de envergadura,... Son demandas que están a la orden del día en la capital cacereña y que comparten buena parte de sus habitantes. También un centenar de empresarios que acaba de unirse con el objetivo de convertirse en un lobby con el que lograr cambiar las cosas. Círculo Empresarial Cacereño, como se llama el colectivo, quiere unir sus fuerzas para atraer grandes firmas a la ciudad, exigir la agilización en la concesión de licencias y para reivindicar el tren y el aeródromo.
La asociación se constituyó ayer en un acto en el hotel Barceló V Centenario y nace con el objetivo de potenciar el empresariado de la provincia cacereña (su ámbito de actuación es provincial aunque por el momento la mayor parte de sus asociados pertenece a la capital cacereña). Según explica su presidente, Diego Hernández, de Grúas Eugenio, quieren atraer a grandes empresas a la ciudad para potenciar su economía.
«Vemos que en Cáceres hay muchas carencias y queremos ponerle remedio. Faltan empresas y eso es fruto de la falta de agilidad en la concesión de los permisos», afirma Hernández. Según él por este motivo la capital cacereña se ha dejado marchar grandes proyectos empresariales. Como ejemplo pone el gimnasio en el antiguo cine Coliseum (la empresa desistió de la iniciativa tras esperar dos años por la licencia, según afirmó la entidad). Ahora una nueva firma intenta abrir otro centro deportivo en este mismo espacio.
Entre sus primeras actuaciones, tras constituirse como asociación, será reivindicar mejoras en el tren, que la región cuente con conexión de Alta Velocidad (AVE), el aeródromo y la terminación de la autovía a Castelo Branco, que acercaría la ciudad de Cáceres con Lisboa. Esta última infraestructura llega actualmente hasta la altura de Moraleja y estos empresarios demandan que Portugal remate los 70 kilómetros que faltan desde Monfortinho hasta Castelo Branco. «Las comunicaciones serán una reivindicación desde el principio porque la mercancía tiene que salir y entrar de nuestra provincia», justifica el presidente.
El colectivo es multisectorial, con empresas de construcción, transporte, turismo, hostelería, comercio, gasolineras, ... Entre ellas está el restaurante Atrio (el colectivo pidió a este establecimiento con dos estrellas Michelin que se uniera cuando leyeron en este diario las declaraciones de uno de sus gestores, José Polo, en las que se quejaba de que la ciudad carece de proyecto y está muerta. Aceptó su propuesta).
HACE CUATRO AÑOS / El proyecto comenzó hace cuatro años pero hasta ahora no ha podido convertirse en una realidad. «De esa experiencia, del análisis de la situación del empresariado extremeño y de la necesidad de trabajar en equipo para conseguir un beneficio común, surge la necesidad de poner en marcha esta asociación, en el ánimo de liderar nuevos proyectos, de dar soporte a las empresas para que estas puedan crecer y ser más competitivas, de potenciar un mayor acercamiento a las administraciones públicas y de defensa común de los intereses del empresariado», añade el presidente.
A partir de ahora Círculo Empresarial Cacereño creará un buzón de sugerencias para que sus asociados trasladen sus reivindicaciones y creará diferentes comisiones, divididas por sectores, para poder ayudar a los empresarios de una forma más específica. Después solicitarán reuniones con el ayuntamiento y la Junta de Extremadura para hacerles llegar estas propuestas y buscar la manera de convertirlas en realidad. Aunque, eso sí, el colectivo se define como «apolítico». La asociación está abierta a más incorporaciones empresariales.