«Pensamos que del diálogo y de sentarse alrededor de una mesa salen las buenas ideas», asegura José Polo, copropietario de Atrio e integrante del Círculo Empresarial Cacereño. Con esta premisa, varios componentes de esta agrupación mantuvieron ayer un encuentro con el alcalde, Luis Salaya, y con la concejala de Economía, Comercio, Empresa y Régimen Interior, Mari Ángeles Costa.
Fue una primera toma de contacto, una declaración de intenciones, en la que se fijó un calendario de encuentros periódicos. Las reuniones se celebrarán cada tres meses. «Entre unos y otros vamos a intentar tirar de la ciudad, que está bastante mal», señaló Polo al término de la primera reunión, celebrada en el despacho del alcalde. El fin último de ambas partes es que, a grandes rasgos, Cáceres tenga la capacidad de atraer nuevas empresas y de mejorar el tejido económico.
Estas son dos de las líneas, según avanzó Salaya, sobre las que trabaja su equipo de gobierno. El alcalde se mostró satisfecho al término del encuentro. «Si conseguimos eso, le irá mejor a los empresarios y a todo el mundo», dijo. Salaya también comentó que los empresarios le habían trasladado la necesidad de mejorar la oferta cultural «para que mantenga la ciudad viva como un buen motor económico». Y, además, abordaron la importancia que debe tener el sector turístico en el futuro de Cáceres.
«Queremos que cuenten con nosotros. Esto es una carrera de fondo. Todas las ciudades quieren hacerlo bien. Y no nos podemos quedar parados porque si no, nos comen», dijo Polo, que acudió al encuentro acompañado por otros dos miembros del Círculo Empresarial, Juan Carlos Castaño y Antonio del Amo.
El caso de Málaga
Los empresarios proponen que en las reuniones se invite a participar a profesionales de otras ciudades para que den su punto de vista y aporten sus ideas. «Podemos invitar a gente de fuera con las cabezas amuebladas para que nos echan una mano. A lo mejor hay que invitar un día al alcalde de Málaga para ver cómo ha conseguido que haya 23.000 ingenieros trabajando en la ciudad», sugirió José Polo.
El Círculo Empresarial Cacereño se constituyó el pasado mes de noviembre con un centenar de socios. Está presidido por Diego Hernández Pavón, de Grúas Eugenio, y entre sus principales objetivos está, precisamente, el proyecto de aportar ideas para dinamizar las empresas y tender puentes entre directivos. También tienen la intención de activar la vida económica de la ciudad y tender redes entre todas las compañías que la integran.
Otra de las líneas de actuación de este colectivo pasa por reclamar a las administraciones que los trámites para abrir negocios sean ágiles.
«La pregunta que hay que hacerse es dentro de 20 años cómo queremos vivir en Cáceres, queremos ser atractivos y no nos vamos a quedar parados», apuntó el presidente del Círculo Empresarial en el momento de la constitución de esta agrupación.
La junta directiva se reúne una vez al mes. El mecenazgo, el establecimiento de convenios, los proyectos transfronterizos, la implicación social y la reivindicación de todos los problemas que afecten a la ciudad, como la calidad del tren, son otras de las cuestiones sobre las que trabaja este colectivo.
Su primera toma de contacto con el nuevo equipo de gobierno ha sido satisfactoria. En tres meses volverán a sentarse a la mesa.
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