Contento ?pero no sin cierta inquietud? se mostraba ayer José Antonio Polo Criado, de Atrio Restaurante Hotel, al término de la subasta pública de bienes del Estado que tuvo lugar a las 11.00 de la mañana en la Delegación de Economía y Hacienda, en la plaza de Hernán Cortés. Y no es para menos, porque la sociedad San Mateo Hoteles S.A., de la que es propietario junto al chef Toño Pérez, se adjudicó uno de los lotes que se subastaban, en concreto, el número uno: el palacio de la antigua sede de la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento, situado en la plaza de Los Golfines, que tenía un precio de salida de 1.144.309 euros.
La subasta pública de este inmueble, junto a otros 18 repartidos por toda la provincia, se publicó en el Boletín Oficial del Estado el pasado 10 de abril, y los interesados en hacerse con él han dispuesto de un mes para registrar sus pujas. Lo han hecho a través del proceso de subasta a sobre cerrado, es decir, los postores incluyen en dicho sobre un documento con la cifra que están dispuestos a pagar por el bien público.
San Mateo Hoteles S.A. presentó su propuesta el último día, con una oferta económica de 1.210.000 euros, que fue revelada en el transcurso de la apertura de sobres. Fue la única oferta que se registró, convirtiendo, por tanto, a los dueños de Atrio en propietarios provisionales de un edificio más en la Ciudad Monumental, que les servirá para ampliar su oferta turística de lujo.
Esta adjudicación es provisional. Será definitiva cuando los interesados reciban por teléfono o correo electrónico una notificación ministerial de adjudicación a su favor. A partir de ese momento, la legislación marca un mes de plazo para que los adjudicatarios hagan efectivo el ingreso del dinero y elijan notaría en Cáceres donde escriturar el inmueble. Para participar en la subasta, Atrio ha tenido que depositar unos 57.000 euros como garantía, el 5% del precio de salida.
El Ministerio de Hacienda entregará el edificio en su estado actual de conservación y los compradores renuncian, por ley, al derecho de saneamiento «por defectos o vicios ocultos». Tampoco podrán hacer reclamaciones posteriores sobre su estado, una vez que lo hayan recibido.
Con esta nueva adquisición, los inquietos empresarios cacereños afianzan su empeño personal de impulsar una oferta turística de alta calidad en la Ciudad Monumental, desde el lujoso sello gastronómico y hotelero que es Atrio.
Polo, a cargo de la parte financiera del negocio, fue quien asistió a la apertura de sobres, y el primero de los socios en saber que se quedaban el palacio. «Vinimos el último día, estaba dispuesto a poner 400.000 euros más que me dejaban la economía absolutamente destrozada», relataba a HOY instantes después de rubricar la adjudicación. «No sabíamos si era el momento. A última hora bajé el precio y me ha salido bien», decía satisfecho.